En segundo término, es fundamental que cuente con claridad respecto de su patrimonio actual, lo que incluye bienes raíces, vehículos, derechos hereditarios, inversiones, ahorros, participación en sociedades, entre otros activos.

Disponer de esta información le permitirá obtener una visión más completa de su situación económica y, en consecuencia, evaluar con mayor precisión las alternativas disponibles.

En tercer lugar, es posible que se encuentre en situación de cesantía prolongada o que, aun contando con una fuente laboral estable, pueda prever —tras un análisis realista de su situación futura— que no estará en condiciones de cumplir con sus obligaciones frente a sus acreedores.

Existen diversas circunstancias personales que pueden incidir en este escenario; sin embargo, lo esencial es realizar una reflexión profunda que le permita concluir si, dadas sus condiciones actuales, le resulta imposible solventar sus deudas, e incluso si, en el caso de enajenar la totalidad de sus bienes, no lograría cubrir las obligaciones contraídas con sus acreedores.

Uno de los requisitos establecidos por la Ley N° 20.720, en su artículo 273, consiste en la presentación de un listado detallado de los bienes susceptibles de liquidación. Es decir, para poder presentar la solicitud correspondiente, resulta indispensable declarar aquellos bienes de su propiedad —tales como vehículos, inmuebles, herencias, inversiones, entre otros— que serán posteriormente subastados  o vendidos por otros medios que autorice el tribunal.  Los fondos obtenidos se destinarán al pago de las deudas contraídas con sus acreedores.

Es fundamental tener presente que, una vez iniciado el procedimiento y dictada la resolución que lo acoge, el liquidador asumirá la administración de sus bienes. Asimismo, realizará una investigación exhaustiva ante diversas instituciones con el objetivo de obtener información detallada sobre su patrimonio.

Otro aspecto relevante a considerar en esta etapa es que, si usted ha enajenado un vehículo u propiedad dentro de los dos años anteriores al inicio del procedimiento, dichos actos podrían ser objeto de una acción revocatoria concursal. Esto implica que el liquidador está legalmente facultado para solicitar la restitución de esos bienes al patrimonio del deudor, a fin de que puedan ser incluidos en el proceso de liquidación y subastados conforme a la ley.

Luego de haber leído detenidamente los pasos y la sección de preguntas frecuentes, usted está en condiciones de determinar si este procedimiento es realmente adecuado para su situación. Entendemos que atraviesa un momento complejo en su vida; convivir con la incertidumbre y el temor constante ante las consecuencias de no poder cumplir con las obligaciones financieras no es algo sencillo. Sin embargo, esta alternativa representa una oportunidad: un camino que le permitirá reiniciar su vida financiera desde cero, con la ventaja del aprendizaje adquirido en el proceso.

Ahora bien, este cambio por sí solo no será suficiente si se reincide en los errores del pasado. Para alcanzar una estabilidad económica duradera, resulta fundamental incorporar educación financiera. Existe abundante información al respecto disponible en internet, pero es indispensable estudiarla y comprenderla, pues solo así se podrá abordar el problema desde su raíz.

Esperamos sinceramente que esta página haya sido un aporte significativo para que usted pueda comprender en profundidad cómo funciona el procedimiento de liquidación voluntaria de persona deudora.

En Liquidación Voluntaria, somos un equipo de abogados especializados exclusivamente en este tipo de procedimiento, lo que nos permite ofrecer una asesoría experta y personalizada. Estamos comprometidos con ayudarle a alcanzar esa tranquilidad financiera que tanto anhela, si decide depositar su confianza en nosotros.